Saludos bloggeros....Relataré en esta entrada la crónica de nuestra última y gran aventura, que no por ser fácil nos costó más de la cuenta acercarnos a nuestro objetivo...
Todo comenzó con la forja de los grandes ciclistas...A eso de las nueve y cuarto de la mañana cuatro pequeños, pero grandes excursionistas, nos vimos atrapados en un laberinto de calles cortadas, policías educados y conductores despistados que no sabían exactamente qué diantres pasaba aquella mañana de domingo. La respuesta fue obvia, medio Madrid cortado por el día de la bicicleta
Después de que nuestro avezado conductor pudo salir de semejante atolladero, pudimos encontrarnos con el resto del grupo en Chamartín, donde ya esperaban Pane, Sara y "Coco", un lindo y juguetón husky. Enfilados por fin hacia la Pedriza, todas mis esperanzas estaban puestas en que la inmensa mayoría de madrileños se encontrasen pedaleando por la Castellana y los alrededores; pero cual fue mi sorpresa cuando al llegar al Parque de la Cuenca Alta del Manzanares (a eso de las 11 de la mañana), una cierta caravana nos daba la bienvenida....en fin, siguiendo los consejos de un amigo, madrugar merece la pena...
"Coco" estaba como "perro en la montaña" y no hacía más que ir y venir para comprobar que todo iba bien, incluidos los sustos al notar cómo te adelantaba tanto por la derecha como por la izquierda...
Poco tiempo después llegamos a una pradera y fue aquí donde cometí el error más grave...no hice caso a Jose y nos fuimos por un sendero....adivinadlo....si, eso es, de MARCAS BLANCAS Y AMARILLAS!! Decidimos seguirlo y el resultado fue que estuvimos ascendiendo por una ruta bastante más dura de lo que cabía esperar, siempre con buenas vistas
Al final, después de que el calor nos estuviera derritiendo, tres personas nos cantaran por bulerías cuando ya casi no podíamos dar un paso más, y con la esperanza de encontrar una fuente de agua fresquita que pudiera reestablecer nuestras fuerzas, conseguimos llegar a la base de el Yelmo.
Desde una placentera sombra nos dispusimos a tomar nuestros bocatas, ensalada de pasta, tortilla, huevos semi cocidos - semi pasados por agua y decidimos bajar, ya con la mente puesta en poder llegar a Madrid para ver el Madrid-Barça.
Al bajar desde la base de el Yelmo, seguimos por un sendero, por el que no habíamos subido en aquella primera cuesta criminal del comienzo de la excursión y las malditas marcas blancas y amarillas hicieron su aparición, llevándonos hasta el aparcamiento de El Tranco, justo al lado de Casa Julián.
El final fue algo más apoteósico de lo que habíamos pensado y lo dejaremos para los annales de la historia de este blog. El resultado fue más grato de lo esperado: acabamos todos con gran satisfacción después de una buena caminata, el Madrid no salió goleado del Camp Nou....y las marcas blancas y amarillas....bueno, ahí quedan, junto con los miles de ciclistas que nos encerraron por Madrid ;)
PD: quisiera agraceder esta excursión a Macarena, María, Pane, Sara y "Coco", para que repitan experiencias con unos locos de remate
