Después de varios intentos para que Pane pudiera subir a una cima (algo escasa de altitud, pero una cima al fin y al cabo), al final se consiguió; y quedó bien reflejado en el libro mojado que os espera si algún día os atrevéis a subir las terribles y picudas Machotas.
Pero comencemos por un buen principio...Nunca me pude imaginar que en una excursión programada por un servidor fueramos tan bien de tiempo. No es por que Jose no lo haga bien (al revés, es uno de los mejores en su campo), sino porque, de nuevo, al mismo servidor le suelen pasar cosas raras cuando programa una ruta....Pero esta vez no fue así, porque Pane tenía que tocar el vértice geodésico de alguna de nuestras montañas.
Comenzamos nuestra aventura a eso de las 9.15 de la mañana desde la Silla de Felipe II, donde se pueden apreciar fabulosas vistas de San Lorenzo de El Escorial y su impresionante monasterio. Tan alta era nuestra autoestima que al llegar aparcamos donde nos dio la gana, respetando siempre los límites que marca la ley, por supuesto.
El camino discurría por unos impresionantes bosques verdes y sus cuestas apenas nos quitaban el aliento...
Poco a poco avanzamos hacia nuestro objetivo, y después de atravesar una curiosa puerta giratoria subimos hacia un collado donde notamos con más intensidad que el viento también quería ser protagonista con Pane. Vientos de no sé, 50, 60 o 70 km/h (según cálculos estimados por el técnico en medio ambiente, Rubén) nos intentaban tambalear, pero no pudieron.
Al final, y después de que dos corredores algo locos nos adelantaran, llegamos a la cima como bien habéis podido ver en la primera foto y de la cual tenemos una instantánea que merece la pena observar...
Justo en este momento el susodicho viento hacía más acto de presencia y nos tuvimos que refugiar en lo que consideramos una ventana a Madrid. De ahí que en nuestra aventura, además del viento, hayamos descubierto una curiosa afición en estas dos lagartijas de tumbarse en una roca al abrigo de las inclemencias del tiempo.
Pane, aún así, no quiso desmerecer su afición por escalar rocas y terminó con la más difícil todavía, con la roca que su primo Patxi (creo que era así) colocó cerca de la Silla de Felipe II a su novia Inés
Mereció la pena madrugar un ventoso sábado de finales de Marzo, para subir a estas míticas montañas y deleitarnos con un sabroso manjar en nuestro sitio privilegiado de San Lorenzo: "La grillera"
Y ya para acabar...nos dio tiempo para hacer turismo en una feria iberoamericana donde o bien nos engañaron desde pequeños o no nos enteramos, porque nos encontramos ciertos países como Egipto y Marruecos que nos hicieron plantearnos nuestros conocimientos sobre Geografía.
Gracias a todos por compartir esta excursión, por las risas, los buenos momentos y la siguiente aportación de Rubén, que nos ha dado un motivo más para innovar en este proyecto que es de todos vosotros.
Las Machotas
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Antes de que me digáis pesado y cerréis este blog, ya podéis ver el libro son las imágenes de esta excursión en el archivo fotográfico. :)
