lunes, 25 de marzo de 2013

Un Montón de Nieve (*)

(*) Nombre rebautizado de una de las montañas más singulares y características cuando nieva mucho en los inviernos madrileños.


Si alguien pensaba que la nieve no moja después de unas cuantas horas de caminata, a pesar de llevar guetres (o como lo escriban los rusos), se equivoca...

La excursión en sí no empezaba mal. Después de unos cuantos tiras y aflojas sobre la hora y el sitio de quedar (doy la razón a Jose, es bueno madrugar para aprovechar bien el día y evitarse posibles atascos en las carreteras), nos dispusimos unos cuantos locos de remate a pasar un buen día entre pinos llenos de nieve, perros, excursionistas igual de locos que nosotros y unos cuantos esquiadores.

Llegamos al Puerto de Navacerrada bien prontito, a eso de las 8.45 de la mañana. Después de un segundo o incluso tercer café con leche, nos abrigamos bien, nos colocamos los guetres y salimos al frío de Madrid. No empezamos mal el asunto: algo de vientecillo que se colaba por las rendijillas de tu ropa, familias enteras tirándose bolas de nieve y suicidando a sus hijos subiéndolos en los trineos, y unos copos de nieve como puños (si, Pane, como puños).

Entre lo gracioso de la nieve, unas cuantas risas y varias fotos (alguno sí que era valiente para sacar la mano del bolsillo del abrigo y hacer fotos...), llegamos a la zona más peligrosa de toda la excursión: la pista de esquí. Es tan peculiar que incluso un gracioso cartel te anuncia un peligro casi de muerte...


Tras atravesar el "peligro en general" (hay que tener cuidado porque igual te cruzas con un elefante montado en unos esquíes), nuestro sendero circulaba rápido y cuesta abajo entre un delicioso pinar coloreado de blanco. Justo en este tramo, un servidor comenzó a pensar que andaba como un pato, pensamiento que no se le fue de la cabeza hasta acabar la ruta, y la sucesión de caídas y resbalones fue  variopinta.

Entre tanto, pudimos hacer ciertas fotos maravillosas a pesar del viento, la nieve y los peligros de aludes (estábamos a nivel 3 sobre 5); hasta que encontramos una peculiar casa...


Alguien tuvo que pasar la noche, o al menos hizo una demostración de cómo hacer una especie de refugio en nieve. En cierta ocasión me explicaron la manera de hacerlo, pero nunca me he parado a ponerme a ello.

Unas dos horas después de comenzar, llegamos a la Fuenfría, mítica fuente de la Sierra de Guadarrama, que da nombre al propio valle, donde confluye un tramo del Camino de Santiago (Madrid - Santiago de Compostela).

Fue en este momento donde nuestra excursión cambió su destino. Montón de Trigo no se veía y la cantidad de nieve nos hacía presagiar serios problemas de ocultamiento total. Hicimos un intento  por subir Cerrominguete, pero fue inútil....demasiada nieve y no teníamos raquetas (no para jugar al tenis, sino para andar por la nieve)

Dimos marcha atrás y volvimos sobre nuestros pasos hasta que llegamos de nuevo al Puerto de Navacerrada...Lo que pasó después con un coche medio atascado en la estación de tren del propio Puerto de Navacerrada lo dejo para el recuerdo...

Y como los guetres, las botas y los calcetines no fueron suficientes para mantener nuestros pinrelillos calentitos, decidimos que una buena forma de entrar en calor era meterlos dentro de una chimenea...


Así acabó nuestra excursión, después de la nieve, el viento, la lluvia; descansando a los pies del fuego de una acogedora chimenea disfrutando de un buen café y de un brownie cargado hasta arriba de chocolate.






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