martes, 13 de noviembre de 2012

Peña del Águila

Quiero que conste en acta que escribo esta entrada por el efecto de presión que ejerce mi jefe de blog sobre mí y el cual no me permite adelantar unas horas la huelga general de mañana 14 de noviembre. Dicho esto, él podría decirme que llevo en huelga un huevo y parte del otro, es cierto, pero es porque él no me paga.

En la última excursión, que detallamos en esta entrada, de rampas infernales, mucho viento y muchos zumos que algún descerebrado llevó a cuestas, no tuvimos la enorme suerte de encontrarnos una marcha ciclista que, a modo de laberinto de mil calles sin salida, nos entretuviera de forma agradable por la zona urbana madrileña, lejos de nuestro hábitat de animales de montaña. Esta vez fuimos más al grano, salimos temprano cuatro aguerrido excursionistas con destino al Valle de la Fuenfría, en Cercedilla, cerca de nuestro amado lugar de cuyo nombre Carlos no quiere acordarse y con destino final la Peña del Águila.

El café matutino no faltó, esta vez en Casa Cirilo, Zurullo o la denominación híbrida Casa Cirullo. El porqué de la frase anterior, si alguien no la ha adivinado todavía, ya puede adelantar que no se pierde nada por no saberlo, si bien el motivo alude al café post-excursión y no al café pre-ascenso.

Y sí, queridos amigos, la primera foto que voy a poner es la primera que hicimos, justamente cuando acabamos el ascenso:


Parece que el camarógrafo no tenía muchas ganas de tomar instantáneas en el curso de nuestro ascenso y he ahí la prueba, quizá por un exceso de peso en su espalda o que se va haciendo viejo :)

En las dos siguientes fotografías podemos ver a las damas de nuestra excursión, esas mujeres que son capaces de aguantarnos a Carlos y a mí en una salida al monte. Obsérvese en la segunda...


Este intentado efecto bokeh!! Macarena y Diana salen guapísimas en esta foto:


Aunque bueno, de momento estamos haciendo nuestros pinitos gracias a un curso online gratis de fotografía digital y el zoom de nuestra querida Sony NEX C3 no es muy grande en el objetivo que venía de serie, un modesto 18-55mm que no permite mucha profundidad de campo.

Al lío, el momento más esperado de unos excursionistas que han tenido unas rampas que dan miedo, más que nada por la sobrecarga que suponen a los gemelos sobre todo, pero todo se arregla con una buena comida acompañada de buena compañía, valga la redundancia.


Creo que nos faltó una panorámica desde arriba, y pensaba que había hecho alguna, pero creo que jugó en contra la falta de oxígeno y el afán de supervivencia en situaciones extremas como la de esta excursión (es broma, lo más peligroso era no apuntar bien el zurullo y contaminar la zona, pero ni siquiera eso ocurrió).

La documentación gráfica de nuestra excursión continúa bien abajo, ya habiendo bajado considerablemente por debajo del camino ancho que pasa por el Collado de Marichiva, ese camino que es una bifurcación de la Carretera de la República cuando llega a la Fuenfría.

Aquí podemos ver unas preciosas fotografías de retrato con el bosque de fondo, que en época otoñal es una delicia inmortalizar con el sensor de cualquier cámara:










Después de estas fotos tan preciosas, ¿quién necesita saber lo que ocurrió en Casa Cirullo? Después de cagata y fuga, parece que ya es tradición comentar dónde van nuestros ñordos, y éste no es un blog escatológico sino de montaña... O por lo menos eso pretendemos!! :)

Nos vemos en la siguiente, seguramente con Lina, que vuelve a España solamente para venir a la montaña!! Acherguei!!

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