Desde la última vez que se escribió hemos cambiado hasta de año... En este tiempo nos hemos puesto en forma comiendo turrones, mazapanes y degustaciones propias de las Navidades así es que toca bajar unos cuantos kilos a los que lo necesiten, porque a mí no me compensa demasiado jejeje.
Por de pronto tenemos varias excursiones que comentar.
Nicolás y yo nos dedicamos hace unas semanas, antes de que nos pillara la tremenda nevada, a ascender Montón de Trigo, una singular montañita que pertenece al Valle de la Fuenfría y que no dudamos en atacar. La ruta en sí fue sencilla: salimos del famoso aparcamiento de Las Dehesas, subiendo por la Calzada Romana hasta llegar al Puerto de la Fuenfría. De ahí ascendimos hacia Cerro Minguete, con más apuros de los esperados, porque la pendiente se nos hizo eterna.
Después de un fugaz refrigerio, pensamos en llevar a cabo nuestro objetivo, y vaya que si lo conseguimos. En menos de lo que habíamos imaginado ya estábamos en la cima del Montón de Trigo.
Que nadie se espere encontrar un vértice geodésico allá arriba. No hay, pero las vistas son más que espectaculares, llegando a observar a simple vista la ciudad de Segovia. Después de llegar a los 2215 metros de altura comenzamos la bajada, a paso más lento, dedicándonos a obervar todo a nuestro alrededor.
Mereció la pena subir hasta allá arriba y conocer otros lugares de nuestra famosa sierra de Guadarrama, porque hay algo más en la vida aparte de Siete Picos... (no es que le tenga manía, pero...)
Ahí abajo, está Segovia, ¿no es impresionante?
Aquí se puede ver la Bola del Mundo, casi en el centro de la fotografía; a la derecha tenemos nuestros famosos Siete Picos, y a la izquierda, una de mis peculiares metas, parte de la Cuerda Larga, que engloba entre otras las Cabezas de Hierro
Qué pasada las fotos, mola mucho ver los bosques ondulados desde arriba.
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