miércoles, 9 de febrero de 2011

Del sufrimiento a la maravilla

Como bien os hemos dicho, hemos empezado este año con más fuerzas y buenos propósitos que otras cosas. De momento estamos saliendo más de excursión, cosa que nos hace falta tanto a Jose como a mí....y lo mejor de todo es que vamos andando por otros parajes ajenos a Siete Picos jejeje.

El sábado pasado, Nicolás, Javier Alonso y un servidor nos decidimos a plantarle cara a la tan impresionante Maliciosa, con sus 2.227 metros, pero no desde el Puerto de Navacerrada, sino desde La Barranca.

La Barranca en sí es un sitio bastante peculiar, donde entre otras cosas se encuentra un famoso parque de aventuras donde puedes sentirte como un mono yendo de un árbol a otro. Está situado justo debajo de la cara sur de La Maliciosa y se empieza a andar por una pista forestal, ganando poco a poco altura (se comienza en los 1.350m de altitud), hasta llegar a una salida del propio sendero marcada con las señales de pequeño recorrido (PR), esas que son dos franjas: una amarilla y otra blanca.
Después de desviarnos y subiendo una pequeña pendiente a través del frondoso boaquel que nos rodeaba, llegamos hasta la Fuente de la Campanilla, que no me dí cuenta de su peculiar nombre hasta casi el final de la marcha.

Aquí la tenemos, con un caudal de agua fresco y abundante. Sin embargo, mucho más tarde, mientras por fin degustábamos nuestros queridos manjares, comenzamos a escuchar varios tintineos...la gente que en ese momento estaba también disfrutando de la comida no hacía más que tocar la campanita, que podeis ver justo al lado del letrero, detrás de una considerable reja que no había visto en un primer momento.


Continuamos la marcha y comenzó la verdadera subida. Después de atravesar el bosque, daba comienzo una exigente y poderosa subida con un desnivel digno de alabar y sólo salvable para piernas fuertes (como os habreis imaginado, yo me fuí quedando atrás, un poco más rezagado)

Eso sí las fotos que deparaban aquellas vistas eran sin duda impresionantes. Después de pasar nuestro primer checkpoint en la fuente, el siguiente sería el Collado del Piornal, pero para llegar hasta allí teníamos aún que sufrir un poco más, en un camino lleno de piedras y con abundante hielo, producto de las bajas temperaturas nocturnas. Cabe decir que ninguno de los tres llevábamos crampones, el resto os lo podéis imaginar.

La foto de la derecha deja una imagen de lo que podíamos ir viendo según ganábamos metros a la pendiente, al mirar hacia atrás. Con el cielo despejado se atisban a ver a lo lejos algunas otras montañas de nuestro Sistema Central.

Continuamos la marcha con más resoplidos de nuestros pulmones, contemplando cómo íbamos sorteando la formación rocosa de la Maliciosa en su parte posterior. Contemplarlas desde cerca te hace pensar en el límite de tus propias fuerzas, pero por fortuna nuestro camino no pasaba por ahí, al menos no estábamos preparados para afrontar una escalada con más riesgos que otra cosa.

Después de una hora y media de ascensión y de ganar nuestra peculiar batalla al hielo llegamos al final al Collado del Piornal, desde donde ya podíamos advertir la majestuosa silueta de nuestro principal objetivo, hacia la derecha; y el famoso Alto de las Guarramillas, más conocido como La Bola del Mundo, a nuestra izquierda.


Sin embargo, pudimos también advertir otras montañas más curiosas: Cabezas de Hierro a la derecha de la foto, y al fondo, más centrada, Peñalara

Cuando llegamos a la cima no pudimos más que contemplar lo que teníamos a nuestros pies. Un paisaje más que espectacular y desde el cual no te apetecía irte, sin duda merece la pena sufrir un poco para contemplar lo que se puede ver desde las alturas.

Ya habíamos coronado y nos tocaba continuar la marcha. Descendimos de la cumbre y nos dirigimos hacia la Bola del Mundo, intentando no resbalar con la nieve y el hielo. De ahí y después de tomar algunas fotos más, continuamos bajando hasta llegar a un llano a la izquierda desde donde sale una senda que no había pisado nunca y cuyo nombre te deja algo más que estupefacto: la senda de la tubería... Os preguntaréis el por qué de su nombre, ¿verdad? Pues sí, estais pensando bien, toda la senda que termina en un mirador está recorrida por una vieja tubería abandonada; sí, es así de curioso y a mi juicio algo desagradable.

Continuando con la senda, llegamos hasta el Mirador de la Cancha, después de atravesar la Garganta del Infierno (ya sólo el nombre asusta), para terminar de hacer las fotos restantes


Son impresionantes las vistas desde el Mirador, ¿verdad? En la foto de la derecha se ve la cima de la Maliciosa, y en la de la izquierda se atisba el camino por donde hicimos la ascensión, atravesando el bosque y llegando hasta el Collado del Piornal


Una vez en el coche y de camino a casa ya sólo nos quedaba sentirnos satisfechos con el resultado de la excursión, notando un ligero dolor en nuestros músculos, pero contentos con la experiencia vivida...

Ahora y para completar lo que nos falta, a uno que yo me sé le toca comentar la excursión que nos marcamos el domingo anterior, cuyo título ya deja entrever un sinfín de anécdotas divertidas: Cagata y fuga en Do mayor

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